LAURA GÓMEZ HERNÁNDEZ

LAURA GÓMEZ HERNÁNDEZ _ PROYECTOS 5

El parque de El Capricho es uno de los lugares con más encanto de la ciudad de Madrid. De él podemos destacar, a parte de la gran cantidad de vegetación, la adición de escenas que lo componen. Cada uno de los elementos del parque forma parte de los caprichos de la Duquesa de Osuna, colocados con gran cuidado en el entorno. Es en este parque donde se determinó la situación del primer ejercicio.

Las cualidades de dicho parque, sumadas a las características tan específicas de la flor del Edelweiss (flor que crece a partir de 2.000 metros de altura en la zona de los Alpes entre otras y de gran contenido simbólico por su difícil acceso. Es destacable por su gran fragilidad aparente contrapuesta a su increíble resistencia a los cambios de temperatura y a las grandes nevadas) dieron como resultado la forma del “veraneadero”.

Se trató de responder a la bipolaridad que presentaba el programa requerido: por una parte la recreación de las condiciones tan específicas que requería la flor en concreto (condiciones técnicas), por otra, la situación en un entorno tan cuidado y perfectamente medido como es El Capricho (condiciones formales).

A partir de la gran altura de la vegetación, que generaba elementos muy verticales, surgió la idea de distintas piezas que continuaran con esta verticalidad y así se integraran en el ambiente conformando un “bosque artificial” gracias a los juegos de luces y sombras que se crean cuando la luz atraviesa dichos elementos. Al estar creando una atmósfera diferente, se pretende que la realidad también se perciba de forma diferente; los cilindros deforman la realidad creando espacios completamente nuevos e inesperados. Por lo tanto se decidió crear un conjunto de piezas que trabajaran todas juntas, pero que cada una cumpliera una función diferente. La solución final consta de cilindros de 4 diámetros diferentes. El más ancho de ellos, de 2,5 metros de diámetro, sirve como plataforma elevadora que permite alcanzar un nivel por encima de las copas de los árboles y posibilita la observación del Edelweiss cuando este se encuentra en el punto más alto. Por otra parte se encuentran los tubos de ventilación cuya misión es recoger el aire fresco que circula entre las copas de los árboles y conducirlo a otro conjunto de cilindros que van a ser los que refugian al Edelweiss. Dichos cilindros, de 1,5 metros de diámetro, permiten que la plantación de flores se eleve o descienda por debajo de la cota 0 mediante un sistema hidráulico que permite el movimiento vertical de la plataforma. Una última pieza de pequeño diámetro se encarga de medir y comprobar que la calidad y la temperatura del aire que entra en los tubos de ventilación es la adecuada.

La idea fundamental es proteger a esta flor tan especial durante el caluroso verano que se da en la ciudad de Madrid. Para ello, en los días de mayor radiación solar comprendidos entre los meses de abril y septiembre la plataforma desciende hasta un máximo de 5 metros bajo rasante, evitando así la incidencia de los rayos solares directamente sobre el Edelweiss, pero permitiendo la entrada de luz. De esta forma, aunque el aire del interior del cilindro se caliente, va a ascender y salir por las aperturas superiores sin entrar en contacto ni afectar a la flor. Así mismo también cuenta con un sistema de enfriamiento del ambiente interior complementario al sistema de ventilación. En invierno el conjunto funcionaría a la inversa y la plataforma se elevaría entre las ramas sin vegetación de los árboles permitiendo la incidencia de los rayos solares.

Todo este proyecto considerado como un proceso de investigación para la creación de una atmósfera artificial en unas condiciones muy determinadas, se está tratando de extrapolar a un nuevo terreno situado en Berlín. Ahora el pretexto para la recreación de la atmósfera artificial consiste en la creación de un centro lúdico que comprenda y juegue con los tres estados del agua. El problema actual con el que nos encontramos es la dificultad que conlleva el gran cambio de escala que nos pide el nuevo solar. “¿Cómo nos adaptamos a la nueva escala de la propuesta pasando de algo tan etéreo y aparentemente frágil de tamaño relativamente pequeño a un centro de grandes dimensiones sin que se pierda la esencia del proyecto?”.

La situación en la que nos hallamos se basa en el nuevo planteamiento que conlleva la investigación del funcionamiento de un sistema de tuberías y grandes depósitos que, mediante la variación de presiones, den lugar a distintos juegos con el agua creando así un espacio diferente y dinámico que, en lugar de llevarse a cabo mediante el juego de luces entre los árboles del primer proyecto, se realice ahora mediante el movimiento del agua.

En el conjunto de planos siguiente se ha llevado a cabo un estudio del terreno en el que se va a trabajar. Partiendo del plano base del parque de El Capricho se han estudiado los siguientes aspectos:

Plano 1: Análisis de las temperaturas. Se han representado las temperaturas del lugar centrando el estudio en los lugares frios por ser los de mayor interés para la instalación del "veraneadero" y el crecimiento del edelweiss ( a menos temperatura, los colores de representación son más oscuros). Se ha determinado que las zonas más al norte con presencia de agua en sus alrededores son las zonas más idóneas en cuanto al clima.

Plano 2: Análisis del terreno - Clinométrico. Se han representado las curvas de nivel del terreno cada medio metro, asociando los colores más oscuros según ascendemos en altura. Se ha determinado que las zonas de mayor interés para la situación del proyecto son las más de mayor altitud pues son las más frescas.

Plano 3: Análisis de la vegetación. Se ha representado la vegetación de todo el parque concentrándonos en las zonas donde es más densa, pues la incidencia de la radiación solar será menor y por lo tanto encontraremos temperaturas más bajas.

Si superponemos los tres parámetros, obtenemos los lugares más recomendables para el crecimiento del edelweiss (cuanto más oscuro sea el plano, más parámetos coinciden y por lo tanto más favorable es ese entono).